Tras más de 10 años dedicados al cuidado del cuerpo y al tratamiento fisioterapéutico, podemos decir que por nuestras camillas han pasado muchas patologías. Siempre que llega un paciente nuevo a nuestro centro con algún dolor, el mensaje que le transmitimos es el mismo: su recuperación no solo depende de nuestras manos, sino que también va a necesitar un trabajo extra por su parte fuera de la consulta para ayudarles a mejorar y avanzar su recuperación.
En algunas ocasiones nos hemos encontrado casos en los que el paciente se mostraba bastante pasivo en el tratamiento ante el fisioterapeuta para evadir su responsabilidad (su idea era el «yo me tumbo y tú me curas»). Sin embargo es importante un trabajo en conjunto complementando las sesiones de fisioterapia/osteopatía para evitar recidivas y mejorar la calidad en la recuperación mediante ejercicios de movilidad, estiramientos, posturales y de tonificación siempre con el objetivo de normalizar la mecánica y el tono muscular.
Este tipo de ejercicios están especialmente indicados en patología de columna, post cirugías, disfunciones músculo esqueléticas, … o utilizarse en prevención de todas ellas.
¿Cuáles son nuestros objetivos?
1. Conseguir involucrar al paciente de forma activa en su recuperación.
2. Complementar con ejercicio físico y de rehabilitación por parte del paciente, la actuación del fisioterapeuta para evitar recaídas (aparte de las recomendaciones en las actividades de la vida diaria)
3. A nivel mecánico, mejorar el control motor en zonas hipermóviles para darles mayor estabilidad y la movilidad de las zonas más rígidas o hipomóviles para la normalización global.
4. Con la mejora de la calidad de movimiento, hay un menor gasto de energía del organismo por lo que se ayuda a prevenir lesiones en zonas con mayor debilidad.