Ya tenemos aquí la primavera y, con ella, llegan las alergias y el asma en muchas de nosotras. Esto significa que los estornudos van a estar a la orden del día, algo que puede hacer que nuestro suelo pélvico se resienta.
El motivo principal por el que se ve afectado, es por el repetido aumento de la presión abdominal que se provoca en el cuerpo al estornudar o toser. Todas estas presiones repercuten directamente empujando nuestro periné y, si este no se encuentra en plena forma, la musculatura puede debilitarse lo que viene acompañado de pequeñas pérdidas de orina o mayor prolapso de vísceras.
Si sufres de alergia y tienes alguna disfunción de suelo pélvico, estás embarazada, has dado a luz hace poco o te has sometido a una cirugía abdominal o ginecológica debes realizar una buena prevención.
¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Lo principal para evitar estos problemas es una buena prevención.
– Consultar con nuestro médico cómo podemos reducir la alergia o que fármacos necesitamos. Es lo principal para poder evitar estos signos y síntomas tan dañinos para nuestro periné.
– Ejercitar el suelo pélvico con ejercicios de Kegel y ejercicios hipopresivos, hará que la musculatura esté fuerte y preparada para aguantar los aumentos de presión.
¿Saber cómo se debe estornudar o toser correctamente?
En primer lugar debemos contraer fuerte nuestro suelo pélvico antes de estornudar o toser. Siempre una contracción ascendente de la musculatura pélvica. Y por último activar nuestro transverso abdominal (meter el ombligo) y estar todo lo rectas o estiradas posible e intentar girar la cara hacia algún lado.
En cualquier caso, acude a una revisión con tu fisioterapeuta especializado para conocer el estado de tu suelo pélvico, y qué terapia es la que más se adapta a tus necesidades.