Los trastornos de sueño durante el tercer trimestre de embarazo son algo muy común y que todas conocemos…. Insomnio, la dificultad para encontrar una buena posición y hasta la incapacidad de obtener un buen descanso son algunos de los síntomas que nos acompañan en esta etapa de nuestra vida…
A esto le tenemos que sumar los constantes movimientos del feto y el crecimiento de nuestra tripa, lo cual nos limita las posturas para descansar plácidamente…
¿Qué podemos hacer? Tranquilas. Hoy os damos las claves para conseguir conciliar ese sueño tan deseado y no levantarse con dolores de espalda ;)
En primer lugar…¿Qué posiciones debemos evitar mientras dormimos?
Boca arriba. En esta postura podemos notar molestias de distintos tipos, como respiratorias, digestivas, presión arterial baja, etc. Además no es nada recomendable para la zona lumbar. Esto se debe a que tenemos encima todo el peso de nuestro bebé, por lo que debemos evitar esta posición para que los dos estéis mucho más cómodos.
Boca abajo. Conforme va avanzando el embarazo, nuestra tripa sufre cambios físicos, lo que hace que cada vez sea más difícil e incómodo dormir en esta posición.
Entonces…¿Cuáles son las posturas más recomendables?
De lado, con una almohada entre las piernas. Con esta postura conseguimos que la cadera de la pierna de arriba no quede forzada y quede alineada con la columna, además de ayudarnos a mantener la espalda recta.
Sobre el lado izquierdo. Favorece la llegada de sangre a la placenta, aportando mayores cantidades de oxígeno y nutrientes para el bebé.
Dormir sobre el lado izquierdo es beneficioso para la circulación de la madre y la del bebé, favoreciendo así el flujo sanguíneo entre ambos.
Elena Neila, fisioterapeuta obstétrica
Con el tronco elevado. Cuando al acostarse se tiene acidez, congestión nasal, sensación de ahogo o palpitaciones es recomendable utilizar varios cojines para apoyar la espalda. Además reducimos los mareos que surgen cuando se está mucho tiempo en una posición demasiado horizontal.
Como habréis podido observar, el elemento esencial para conciliar el sueño de la embarazada es… La almohada. Como existen varios tipos, os los presentamos todos para que podáis elegir el que más se adapte a vuestras necesidades.
Almohada de maternidad. Se compone, en realidad, de dos almohadas, sujetas mediante Velcro, que te ofrecen apoyo tanto en la espalda como en el vientre.
Cuña de embarazo. La almohada con forma de cuña sirve para apoyar el vientre mientras dormimos de lado. También la puedes utilizar para elevar un poco el tórax cuando permanecemos boca arriba. Hacia el final del embarazo, cuando la cabeza del bebé está ubicada entre los huesos de la pelvis, es de mucha utilidad el uso de una almohada entre los muslos.
Almohada de cuerpo completo. Estas almohadas miden al menos 1,5 metros y están diseñadas para que apoyes la cabeza, el vientre y se coloque entre las piernas, así estamos en una posición estable y cómoda. Si la queremos poner en la espalda, nos dará estabilidad en la zona posterior.
Almohada tubular. Esta almohada tiene forma de columna y sirve para que nos abracemos a ella, encontrando soporte para nuestra tripa o la espalda.
Si no te convence ninguna de estas opciones puedes optar por la solución más barata;) Usa una almohada normal y colócala entre tus piernas, a la altura de las rodillas.
Y después de estos consejitos, os invitamos a que probéis hasta dar con vuestra postura ideal porque…No hay mejor medicina que un cuerpo descansado. ¡!Hasta mañana! :)