Durante el embarazo las hormonas hacen de las suyas en nuestra piel: se vuelve más sensible y, en algunos casos….¡hacen que aparezca acné! Por eso, muchas mamás piensan ¡horror! ¡Vuelta a la adolescencia! :(
El motivo es que el alto nivel de hormonas que tienen las mujeres en esta etapa de su vida estimulan las glándulas sebáceas haciendo que la piel se vuelva más grasa y, como consecuencia, salgan granitos. Eso sí, puedes estar tranquila. Es algo temporal y desaparecerá cuando tu cuerpo vuelva a la normalidad tras el embarazo :)
¿Qué puedes hacer? En todo caso, pregunta a tu ginecólogo por alguna crema para tratarlos. Importante!! No tomes ningún medicamento anti acné que pudiera perjudicar a tu bebé.
Lo mejor es mantener siempre una rutina de higiene facial. ¿Cómo? ¡Apunta!
- Lo primero…Lávate bien las manos antes de empezar. De lo contrario, añadirás más suciedad a tu cara.
- Limpia la cara con un jabón suave por la mañana y por la noche.
Hazlo siempre con movimientos suaves para no maltratar la piel
¡No te vayas a dormir con el maquillaje! Si lo haces, la piel absorberá las impurezas. Para ello, utiliza un desmaquillante que no contenga alcohol para que no reseque la piel en exceso. - Cuando te seques la cara, no frotes con la toalla, sino hazlo con pequeños golpecitos. Así evitarás irritar la zona.
- Utiliza cremas con base al agua en vez de aceite. De esta forma, mantendrás hidratada la cara sin engrasarla. Y procura utilizar siempre cosméticos naturales.
- Exfolia la piel de vez en cuando para eliminar las células muertas. Eso sí, hazlo siempre con productos que no contengan alcohol ni parebenos.
- Aclara bien la cara con agua tibia. Si quedan restos de jabón, pueden acumularse residuos que acabarán por resecar tu piel.
Fundamental. Tómate tu tiempo para llevar a cabo el “ritual” de limpieza. Si, sabemos que no siempre es fácil. ¡Con todas las cosas que hay que hacer!. Pero piensa que, sólo así conseguirás tener una piel libre de impurezas, hidratada y bien cuidada ;)