La llegada de un recién nacido a casa siempre asusta un poco. Sobre todo a las mamás y papás primerizos. Muchos habéis venido preocupados al centro porque, con apenas unas semanas de vida, vuestro bebé no para de llorar. Lo primero y más importante… ¡No desesperéis! A ninguna madre le gusta ver llorar a su hijo y, menos aún, no saber por qué lo hace.
¿Qué son los cólicos del lactante? Son episodios en los que el bebé llora desconsoladamente sin motivo aparente durante unas 3 horas al día, que suelen ser a final de la tarde o entrando en la noche, 3 días a la semana durante al menos 3 semanas. El bebé cierra los puños, se arquea desesperado sin consuelo, hasta pasado un tiempo que se termina calmando. Suelen aparecer a partir de los 15 primeros días de vida del bebé, hasta los 3 meses; no siendo común pasada esta edad.
La verdad es que hay muchas opiniones sobre por qué se producen, pero no hay consenso con respecto a su causa. Se dice que puede estar relacionado con la inmadurez del aparato digestivo de los recién nacidos o con los excesivos gases del bebé, entre otras causas. Algunos pediatras incluso aseguran que simplemente es la forma que tiene el pequeño de adaptarse a la vida fuera del útero. Aunque gracias a los estudios publicados se ha visto que hay algunos factores que favorecen a la aparición del problema.
¿Podemos hacer algo para aliviarle? ¡Claro que sí! :) Muchas veces un suave masaje en la zona abdominal es la mejor forma de calmar a nuestro pequeño. Para tratar de resolver el problema existen tratamientos específicos del cólico del lactante.
Los cólicos suelen presentarse siempre sobre la misma hora del día. Por lo que dar al bebé un pequeño masaje en el momento previo al malestar, le ayudará a estar más relajado, eliminar los gases y mejorar el tránsito digestivo. Por eso, nos gusta enseñar a los padres la técnica para que puedan practicarlo en cualquier momento, independientemente del tratamiento por parte del profesional”
Elena Neila, Fisioterapeuta especializada en embarazo y bebé.
Ya veréis como con estas técnicas en poco tiempo vuestro bebé se encuentra mejor. Además, el masaje que podéis dar en casa tiene otros beneficios para los peques, como:
- Facilitar su descanso gracias a la estimulación. ¡Dormirá como un auténtico bebé!
- Aliviar los malestares producidos por los gases. Es muy posible que durante el masaje vaya expulsándolos ;)
- Reforzar su sistema inmunológico y ayudar a madurar su sistema nervioso.
¡Eso sí! Hacedlo siempre en un lugar cálido donde el bebé pueda estar sin ropa y no pase frío, y ayudados siempre de un aceite natural. ¡Ya veréis cómo disfrutáis todos del momento!