La llegada de la primavera suele ser algo muy esperado después del largo invierno…Y es que no hay nada que nos pueda gustar más que el buen tiempo, las terracitas, los colores vivos, ese olor al veranito que está a la vuelta de la esquina…Vamos, que nos nos pone más felices que a un niño con zapatos nuevos ;)
Pero no todo iba a ser de color de rosas… Y es que nuestra querida estación de las flores trae consigo a unos amigos no tan queridos por muchos….el polen y los ácaros.
Los que sufrís alergia primaveral ya sabéis de lo que hablamos… Picor de ojos, lagrimeo, congestión nasal, tos… Unos síntomas bastante molestos que, afortunadamente, se alivian con una correcta medicación y prevención.
Pero… ¿Qué pasa si ocurre durante el embarazo? ¿Podemos tomar cualquier tipo de medicamento? ¿Qué tenemos que hacer para prevenir estas molestias? Bueno, ante todo, que no cunda el pánico. Es mucho más sencillo de lo que parece. En este post os damos algunos consejillos para que lo llevéis de la mejor manera posible :)
Lo primero y más importante…
Consultar a nuestro médico. Nunca debemos autodiagnosticarnos y, muchísimo menos, automedicarnos. Además, estando embarazada debemos tener cuidado con los medicamentos ya que muchos de ellos no son aptos para tomarlos durante la gestación. Así que debemos consultar con nuestro ginecólogo y alergólogo con el fin de que la alergia esté controlada y nuestro bebé seguro :)
Como siempre, existen estadísticas. En este caso los expertos indican que un tercio de las mujeres alérgicas mejoran durante la gestación, otro tercio empeoran y el tercio restante permanecen igual, sin que se conozcan las razones exactas de estas reacciones.
Ahora bien…¿Cómo podemos aliviar los síntomas?
Al margen de los tratamientos siempre hay pautas que podemos seguir para prevenir estos síntomas y, en caso de tenerlos, para evitar que empeoren. Así que coge papel y lápiz y ¡Toma nota!
- Limpieza del hogar ¡Imprescindible! Eso sí.. mejor que se encargue otra persona.
- Evitar el tabaco. Ni activo ni pasivo. ¿Por qué? Porque el humo nos provoca debilidad de las mucosas nasales, oculares y bronquiales, favoreciendo la entrada de polen y, por lo tanto, las reacciones alérgicas. Además, durante el embarazo debemos tener especial cuidado, ya que no sólo es perjudicial para la madre y el feto, sino que también se ha relacionado con el desarrollo de alergias del bebé.
- Dieta equilibrada. Una buena alimentación es fundamental para fortalecer nuestras defensas y así poder ayudar a nuestro cuerpo a luchar contra la alergia.
- Lavados nasales. Realizar esta práctica con solución fisiológica de forma frecuente nos ayudará a eliminar las secreciones nasales y las sustancias que causan la inflamación.
- Ambiente húmedo. De esta forma podremos prevenir la sequedad de las mucosas y nos sentiremos mucho más aliviados..
- Visitas al campo.Teniendo en cuenta que la primavera es el periodo de máxima difusión del polen, es preferible evitar las excursiones a la naturaleza y dejarlas para otro momento.
- La playa. El lugar ideal para combatir la alergia. Esto se debe a que la presencia de polen es muy reducida y la brisa marina contribuye a contrarrestarlo aún más. ¡Ya tenéis excusa para elegir el lugar de vacaciones!
Así que, no os preocupéis… Tener alergia durante el embarazo no tiene por qué ser nada alarmante :)